Si hay un concepto en el misticismo difícil de explicar, es,
claramente el “Ein Sof”, esta palabra,
procede del hebreo y significa literalmente “sin limites”.
Para los cabalistas, es imposible conocer la esencia divina,
por ello, el estudio sobre la creación se tiene que realizar a partir de lo que
si se conoce de ella. Darle nombre a la
causa de la creación sería pues un sin sentido que reduciría ampliamente la
capacidad de su estudio. Ein Sof, sería pues la suma de todas las partes de la
creación a partir de lo que de ella conocemos y esta suma sería la esencia
misma de “lo increado”.
Rastreando por las sociedades iniciáticas, vemos que es
bastante común la referencia al origen de la creación evitando su definición, la
gnosis se refiere como “lo incognoscible” en la masonería como el Gran
Arquitecto y como hemos visto en la cábala es Ein sof.
¿Cómo podemos pues comprender lo incompresible?, ¿Por qué la
religión define al creador y la espiritualidad no?
La primera pregunta los cabalistas la contestan con el árbol
de la vida, que con las relaciones inter simbólicas místicas de sus 10 sefiroth
(en algunas tradiciones 11), permiten al buscador desgranar la esencia de la
creación por partes navegando por sus subjetivos senderos.
La segunda pregunta solo se puede explicar por la ausencia
de espiritualidad en la mayoría de religiones estructuradas, ya que viraron al
dogma.
Ein Sof, es pues, el concepto global por encima de la idea
de Dios, o de Demiurgo, que resume la creación.
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