En los cuentos, en
los relatos y en general en toda suavización de la realidad se
utilizan las metáforas como una forma retorica de explicar algo que
deber ser comprendido por la intuición o tiene que ser velado como
parte de su enseñanza.
Por ello, en los
relatos y en la vida espiritual, sea esta religiosa o esotérica la
realidad o el concepto de verdad se expresan por medio de una
realidad o concepto diferentes con los que lo representado quiere
guardar cierta relación de semejanza. Por ejemplo, el cordero de
dios, nadie puede entender el cordero de dios como un cordero con
cuatro patas simplemente, tal como explica San Pablo en Corintios,
es un símbolo del sacrificio.
En todos los cuentos
y relatos donde se pretende alcanzar algo único o especial, se crea
una formula mágica con ojos de tritón dientes de dragón y sangre
de león. Es evidente, que, como el cordero de dios, esos dientes de
dragón no son tales.
Aleister Crowley,
define el “diente de dragón” con un “no pain no gain”
literalmente: sin esfuerzo no hay ganancia, en el mundo espiritual
ganamos mejorarnos a nosotros mismos, ser mas lúcidos o mas
comprensivos, mejores personas o personas empoderadas y para hacer
esto hay que construirse después de deconstruirse.
Sin embargo, del
mismo modo que el cordero de dios se expresa en el fiel cristiano con
la entonación del “Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona nobis
pacem” de un modo oscuro y terrible.
Pasando a
continuación a la realización del canto alegre de alcanzar el
objetivo de la común unión con la divinidad
En el mundo
espiritual, también hay un proceso de “no pain no gain”, sin
lucha, sin petición, sin búsqueda, sin ofrenda personal, sin
esfuerzo, no hay ganancia.
¿Quieres avanzar en
la vida espiritual…?, ofrece el diente de dragón.
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