No hay mas que observar
la proliferación en las estanterías de los libros de auto-ayuda o
de auto-estima, para darse cuenta que existe una necesidad imperiosa
nacida de nuestra propia humanidad de generarnos un amor propio que
nos permita sobrellevar nuestra propia existencia.
El amor propio, el valor
intrínseco que tenemos como persona es una cualidad que solo
disponemos los humanos y que se acrecienta sana y fuertemente en el
momento que iniciamos el camino de la vida espiritual. Los cambios
internos, destinados a hacer en nosotros personas mejores, humanos
mejores y seres de luz que comprenden el universo que les rodea, no
pueden producirse si la alegría interior no nos guía, estar
alegres, es pues un objetivo primordial, básico, raíz.
La alegría interior solo
puede proceder de la falta de inquietud y la falta de inquietud solo
proviene de la satisfacción de ciertos parámetros, mas allá de las
satisfacciones de las necesidades puramente fisiológicas y de
seguridad, tenemos unas necesidades que nos hacen humanos: La
amistad, la intimidad y el afecto y todas estas necesidades se basan
en el amor.
El amor, representado en
la columna central del árbol de la vida kabalistico, no puede
existir sin el amor propio o la autoestima, nadie puede cruzar el
sendero de la iniciación sin autoestima y sin amor.
La autoestima es la
percepción de uno mismo sobre los sentimientos, comportamiento,
nuestra manera de ser y de comportarnos, nuestro cuerpo y nuestro
carácter.
Un iniciado tiene que
mantener alta la estima en los sentimientos (la amistad, la intimidad
y el afecto), en la realidad (manera de ser y comportarnos), nuestro
cuerpo y nuestro carácter.
La Amistad, un iniciado
debe tener amigos, no hablamos de conocidos ni compañeros de dia de
fiesta, es absolutamente necesario tener un referente de amistad, un
amigo que nos permita expresarnos y ser como somos.
La Intimidad, lo privado,
en el contexto del afecto suele ser el contenido sexual, debe ser
siempre consciente, un iniciado no moraliza sobre el bien y el mal en
el plano sexual, la conducta asociada a la búsqueda del placer
sexual, marca de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de
las fases determinantes de su desarrollo en la vida.
El Afecto, es el
desarrollo del yo, en el afecto se encuentra la alegría, la
tristeza, el deseo, la admiración, el respeto. Un iniciado debe
saber provocar y recibir afecto.
La Manera de ser, un
iniciado es eminentemente un ser humano elevado, se guía por la luz,
por la verdad, por la consciencia personal y universal. Un iniciado
no es una persona corriente, ha decidido luchar y vivir unido al
universo.
La Manera de comportarse,
un iniciado es un modelo, su presencia debe llenar el espacio y el
tiempo, por eso, un iniciado debe cultivarse, estudiar, leer,
comprender, saber, osar y callar cuando sea necesario.
Nuestro carácter es
honesto y firme, las cualidades o valores que moldean nuestros
pensamientos, nuestras acciones, reacciones y sentimientos tienen que
estar orientadas a ser compasivas, justas, respetuosas, responsables,
nos llevan a ser buenos ciudadanos que se preocupan por el bienestar
de sus comunidades y sobre todo SE RESPETAN A SI MISMAS.
Y hay que recordar: El
amor a uno mismo, a veces es egoísmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario