Tenemos por costumbre cuando hablamos de centros energéticos de
nuestro cuerpo astral o espiritual, usar el concepto hinduista de chackra y en ocasiones usar
sus denominaciones en sanscrito. Sin embargo no es idéntico el concepto de
chackra hindú y el concepto occidental. Debería bastar para demostrar esta
afirmación que en oriente se consideran seis chakras y en occidente siete.
No existe una denominación occidental consensuada, sin
embargo, la palabra chackra significa literalmente "circulo" y los místicos
europeos tradicionalmente les llamaron círculus, en cualquier caso, los círculus
y los chakras serian una misma cosa aunque con diferencias sutiles.
Los círculus son centros de energía inmensurable situados en
el cuerpo humano que regulan las relaciones entre nuestros diversos cuerpos astral, mental y físico y que a través de ellos podemos regular, nivelar, ajustar
nuestros parámetros vitales tanto físicos, como espirituales y mentales,
pudiendo en consecuencia convertirse en una herramienta vital para nuestra
mejora personal, desarrollo espiritual y equilibrio.
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Imagen con los 6 chackras, que sin embargo incluyen el 7º ajeno a la cultura hindú. |
No vamos a relatar especialmente las diferencias entre los chakras
hindúes y los círculus, pero si vamos a dar un apunte suficiente para entender que existen
diferencias y estas son de concepto, utilidad y sentido. El hinduismo sitúa el
primer chackra, llamado Muladhara, en la próstata, negando en consecuencia la bioenergía
en las mujeres, su equivalente en círculus sería el raíz, situado entre los órganos
sexuales y el ano.
La confusión generada es tal, que incluso seguidores de la Upanishad hinduista, o de la regulación armónica del vashraiana del budismo tibetano, llegan a mezclar la base oriental con la armonización occidental de la bioenergía.
La confusión generada es tal, que incluso seguidores de la Upanishad hinduista, o de la regulación armónica del vashraiana del budismo tibetano, llegan a mezclar la base oriental con la armonización occidental de la bioenergía.
Con otros nombres, hay otros centros de energía corporal en otras tradiciones, incluyendo la medicina china, la cábala judía y el sufismo islámico. Insistimos, que son los mismos -salvo el sutil occdental-, lo que cambia es su interpretación y modo de actuar sobre ellos.
El la GFB, pensamos que en occidente tenemos de facto una
base espiritual, esotérica y armonizadora mas que suficiente como para no tener
que recurrir al orientalismo. Procuramos hablar siempre con conceptos
occidentales, próximos a nuestra cultura y por ende más sencillos de asimilar y
comprender. No obstante por facilidad de comunicación es posible que en
ocasiones y en lo sucesivo usemos palabras popularizadas como karma o kundalini.
Es importante leer el artículo sobre los tres cuerpos y el artículo sobre la verdad y mentira de la visión del aura.
Con esta base minima, ya podemos explicar que los círculus
son los puntos de interconexión entre nuestro cuerpo físico, cuerpo mental y
cuerpo astral, así como el círculus sutil la conexión con la fuente(1). Los
puntos de interconexión, revelan las funciones y disfunciones entre nuestros
cuerpos sutiles y por lo tanto es posible actuar sobre ellos y modificar lo que
de nosotros deba ser modificado.
El punto de vista hinduista, es la práctica de un estado de
atención concentrada, sobre el chackra, la propia consciencia, o el propio
estado de concentración, modificando su estado a través del prana (respiración,
del sanscrito प्राण, prāṇa) un sistema autárquico
y personal solo valido para personas con un elevado nivel de iniciación que son
capaces de conocer y reconocer su estado espiritual y energético.
El punto de vista occidental, parte de la visión de las líneas
bioenergéticas que recorren nuestro cuerpo físico que son la manifestación de
nuestro cuerpo astral, verificando aspectos como su nivel vibracional y su
amplitud en cada uno de los círculus estudiando sus interrelaciones. El estudio
de los círculus se hace por contemplación del aura que puede ser presencial o gracias a los medios técnicos de
imagen y tratamiento informático actuales que han ayudado mucho eliminan la
necesidad de desplazamientos.
Una vez detectada la diagnosis mediante el estudio bioenergético
de los círculus se puede actuar sobre ellos para equilibrar las funciones e
interrelaciones entre los cuerpos sutiles y físicos y su relación con la fuente
buscando nuestra mejora ética, física, vibracional y espiritual.
(1)La fuente es el concepto abierto para definir la unión
de todo lo visible y lo invisible, la divinidad implícita en el cosmos.
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