En primera lectura, nada tienen que ver las terapias
alternativas y el esoterismo, sin embargo sería bastante cínico plantear que no
existe una correlación, al menos entre el público interesado, es bastante
habitual que los interesados en el esoterismo lo sean igualmente de estos
tratamientos.
GFB institucionalmente se aleja de las medicinas
alternativas por una razón evidente, la falta de objetividad de las mismas y la
dificultad de colocar una raya entre lo posiblemente útil y lo de difícil clasificación.
Dejando al margen la medicina tradicional china y otras
terapias milenarias de culturas distintas a la nuestra, el fenómeno de las
terapias alternativas ha seguido un camino que ha llevado a la capilarización y
a la dispersión de la realidad. De la medicina convencional nace la medicina
natural, aquella que busca la sanación con el uso de elementos que están en la
naturaleza. De la medicina natural los naturópatas que en España ya no se
necesita ser medico para ejercer la naturopatía, ya que es considerada una
técnica parasanitaria (Real Decreto 1175/1990) que engloba asimismo a
acupuntores y otros profesionales.
Una vez se populariza la naturopatía se genera una explosión
de terapias, las cuales unas tienen un fundamento y una historia que las
sustenta y otras son, como mínimo, dudosas.
No podemos ser nosotros quienes pongamos una línea entre lo útil
y lo majadero, es el sentido común el que debe regirnos.
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