Cuando Helena Blavatsky publico su obra “Isis sin velo”, se convirtió
rápidamente en un referente indispensable para comprender los movimientos y la evolución
del pensamiento esotérico. El libro se
escribió con la pretensión de ser la clave maestra de los misterios de la
ciencia y la teología moderna y de la actualidad. En el segundo tomo del libro
apunto hacia una idea que desarrollo en su posterior obra “La doctrina secreta”,
que afirmaba que los designios de la
humanidad están regidos, controlados y guiados por una hermandad esotérica
de Maestros Ocultos.
Estos Maestros Ocultos, están descritos en estas obras como
unos seres que difícilmente podemos catalogar como puramente humanos, dado que
se les atribuyen cualidades que superan la cognición de los comunes mortales,
cualidades que van desde la clarividencia a la telepatía pasando incluso por la
ubicuidad. Estos Maestros Ocultos se sitúan, siempre según Blavatsky en algún
punto de las estribaciones tibetanas del
Himalaya.
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Preste Juan, origen de las leyendas de los Maestros Oultos. |
Evidentemente el relato de los Maestros Ocultos, es cuanto
menos peculiar, pero Alfred Percy Sinnett, un filosofo, periodista y escritor
de las obras “El mundo Oculto” y “El
budismo esotérico”, en su calidad de director de prensa de la India Británica,
se hizo eco de unas cartas escritas supuestamente por miembros de la hermandad
de los Maestros Ocultos en las que se describía una visión del mundo
absolutamente romántica a la par de misteriosa.
Esas cartas provocaron a principios del siglo XX un interés internacional que provocó, por un lado la confirmación de las tesis de Blavatsky que derivó en su corriente ascendente y popularización de la sociedad teosófica y como daño colateral los esfuerzos británicos y alemanes durante la segunda guerra mundial en controlar el Tíbet. Pese a que el Tíbet se mantuvo neutral, durante la guerra, hubo presiones de alinearse a uno y otro bando y se mandaron múltiples expediciones de escaladores.
Esas cartas provocaron a principios del siglo XX un interés internacional que provocó, por un lado la confirmación de las tesis de Blavatsky que derivó en su corriente ascendente y popularización de la sociedad teosófica y como daño colateral los esfuerzos británicos y alemanes durante la segunda guerra mundial en controlar el Tíbet. Pese a que el Tíbet se mantuvo neutral, durante la guerra, hubo presiones de alinearse a uno y otro bando y se mandaron múltiples expediciones de escaladores.
En cualquier caso, la idea de los Maestros Ocultos, forma ya
parte de la tradición esotérica occidental, sea esta aceptada como una historia
real o una leyenda que intenta transmitir una enseñanza.
Sin embargo, la idea de los Maestros Ocultos, no era nueva,
recordemos que en el renacimiento apareció la fama fraternitatis, documento en el que se describía una hermandad cuyos adeptos
ocultos eran a su vez los guías sutiles de los destinos del mundo.
Tampoco las informaciones de Blavatsky/ Sinnett fueron las
ultimas, durante el siglo XIX, la Orden Hermética del Alba Dorada también apuntaba hacia una Orden de Jefes Secretos conductores del mundo. En
este caso, los Jefes Secretos dejaban de ser necesariamente tibetanos.
Posteriormente las informaciones vuelven a surgir, esta vez
de la mano de Dion Fortune, que era el pseudonimo de Violet Penry-Evans, líder
de la Sociedad de la Luz Interior, quien hablaba de unos adeptos del plano
interior de los que sugería que su hábitat habitual era el plano astral
Y solo era posible comunicarse con ellos en dicho plano. Dion
Fortune, decía además, que los adeptos del plano interior, englobaban a los
Maestros Ocultos de Blavatsky/ Sinnett los Jefes Secretos de la Orden Hermética
del Alba Dorada y literalmente “cuantos maestros ascendidos sean expuestos”.
Hoy en día y con la explosión comercial de los asuntos
espirituales, multitud de organizaciones de la tendencia de nueva era, dicen
estar en contacto con estos Maestros Ocultos, o al menos uno que les sirve de guía.
Desde este blog, como no puede ser de otra manera, somos muy
tradicionalistas y vemos estas ideas y expresiones como derivadas del mito del Preste
Juan, pero esto, ya es otra historia.
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